Coroneta

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Una coroneta cortada per la mitá
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sábado, 1 de enero de 2011

La fuente Rosalía

Paquito, el de Alfaro
Del libro: Memorial de luz (Autor Xavier Bayle)
                        

Antes de que fesen el canal que rega los Pllanos y las Cremadas, los Camedianos y las Nogueras, eran fincas que si el año acompañaba y lloveba cuan tocaba, aun se sacaba pa i tirán. Tamé del pueblo ent’abaixo ñabeba prous viñas de don saliba güen vino.

La caseta de la sierra Alfaro y al fondo el Solano
A partí del año 1878, u per astí, va vení y se va’stendé per toz los llugás la filoxera que malmeteba ixas viñas (a Estadilla, aun va tardá en llegá). Tamé se van achuntá unos años de sequía y to barrexau, chunto con que ñabeba tierras malotas per ixa zona, se consideraba que las fincas güenas estaban en la sierra qu'era más frescal. Se cogeban olivas, almendras y grano. Tamé ñabeba mucho ganau (güellas y crabas).
 
 
Se treballaban toz los rincóns en don ñabese un poqué de tierra. A veces se feba una paré de piedras pa tení un faixetón, en don, a lo milló, solo ñabeba una olivera y con el terreno tan chicó, que casi no podeba removese una chunta burros pa llabrala.
 
 
Las artiguetas abundaban per toz los laus. Podé cultivá estos sitios, habeba siu a base de siglos de faena dura y que generación tras generación lo conservasen y cuidasen pa sacá lo justé y podé i tirán.

Tamé la caseta desd'otro ángulo
Como lo que daba más eran las sierras, tamé era normal que se arreglasen las cosas pa está lo milló posible. En la d’Alfaro, ñabeba una caseta prou gran, con cocina, comedó, dos cuartos pa dormí (uno muy gran). Tamé cuadras y sitios pa guardá los trastes de treballá y los aparejos de los bajes. Ñabeba era pa trillá y pallero. Corral pa’l ganau y arnero de don se sacaba miel. ¡Pero ojo, no era pas nada del otro mundo!. Seguiba sen una caseta de monte. Per las sierras ñabeba muchas así.
 
 
El sitio serviba pa viví-ye si era menester. En la guerra van está aquí varias familias cuan va pasá el frente per Estadilla. Tamé según contan, cuan yo era muy chicó va está malo y va pasá tres meses con una tía que me cuidaba. Teniban gallinas y palomos sueltos p’el día y se cerraban per la noche pa que no se las comesen la rabosa. Cada día subiba alguno desd'el pueblo pa traé suministros y ve que feban. Tamé treballá en la finca.
 
 
Güeno, después de to esto qu'he contau, ya he llegau a don queraba i a pará:

La fuente Rosalia......¡Ya no mana!
            La fuente Rosalía

Estaba casi al cabo de to d'un regalé don ñabeba faixetas qu'estaban prou arregladetas con oliveras que se feban grans per to’l medio d'ixe regal, perque ñabeba más suelo. Se cargaban de cadillo pa Mayo. Eran más escarransidas en los laus don la piedra estaba cerca.
 
 
Cuan ibas a llená el sillón y te ibas acercán a la fuente, antes de llegá, ya sentibas aquella musiqueta del chorro del aigua caén a una baseta que se feba debaixo. La vena principal saliba per una boja que estaba como a medio metro del suelo. El aigua se recogeba en una basa que quedaba a’lau. Cuan lloveba mucho, manantiaba per to’lrededó.
 
 
Ñabeba chopos, muchos chuncos, alguna carrasca. Las oliveras qu’estaban cerca se feban grans al beneficiase de la humedá de la fuente y del fiemo que dixaban las güellas cuan morriaban los mediodías del verano. Tamé ñabeba una serbera (“por cierto”, diban que si te comebas siete serbas verdes te tornabas mullé u las mullés, homes. Pero no tos recomendo pas que lo probez).

Vista de toz los alrededos de la fuente y lo asilvestraus qu'están.
Si tos fijaz la boja está asti, casi en el medio de la foto.
¡Que diferencia con la época d'esta historia.....! 
Llegabas allí, te chitabas un raté en la yerba fresca y te quedabas sentín (y no solo per las orellas, sino per los cinco sentidos): el aigua al caé, las hojas de los chopos al movese, las cardelinas cantán cuan veniban a bebé….. Dixá entrá ixas sensacions y esplicalas con palabras…. ¡é ben difícil!.



Cardelina

Era una fuente prou constante. Solo dixaba de maná cuan veniban años muy secos. Tanta confianza se le teniba, que se va fe un güerto casi abaixo de to del regal y se va canalizá el aigua desde la fuente a una poza pa podé regalo.

Me contaban, que pa fe baixá el aigua se van usá unos tubos de bardo cociu, que feba un alfarero de Secastilla y los van i a buscá allí con una galera y un tiro mulas. Estos tubos s'empalmaban unos con otros en una ceclleta y después s'enterraban de forma muy somera. Cada ocho u diez metros se feba un forau encima del tubo pa podé desbozalo si se taponaba con piedretas, barrillo u musgo. Este forau se tapaba con un trapo, una tella y una piedra encima, pa que las güellas al pasá no lo movesen.

La poza pa regá estaba muy ben feita. El suelo era de ladrillos y las parés de cemento. Teniba como metro y medio de profundidá. A’lau ñabeba una basa p’abrevá el ganau. El aigua que baixaba de la fuente se podeba fe i a la basa u a la poza seguntes se necesitase.

La serbera en invierno. ¿Florecerá la primavera que viene?
En el güerto lo mismo se feban tomates que pimientos, lo mismo verdura que cebollas. Güeno, to lo propio d’un güerto. Ñabeba una paré a to’lrededo, con una puerta pa entrá y así evitá que se comesen lo de dentro las güellas y los bichos.

Aqui deban está la poza que serviba pa regá el güerto y que tamé mos serviba pa bañamos.
Detrás, en don ahora están ixas almendreras secallosas, estaba el güerto.
La poza, alguna vez la van usá pa i a bañamos con la cuadrilla d’amigos. El tiempo no l’habeba pasau en balde. Algún ladrillo se llevantaba y las parés estaban prou descarnadas; pero aun se podeba usá como si fuese una piscina. Enta una de las esquinas creceban yerbas d’ixas que se crían dentro del aigua, pero el resto estaba prou ben. El único problema que teniba, aparte d’está lejos del pueblo, era que siempre correba una cerceta, que cuan salibas muixau te quedabas chelau. Claro, toballa no’n llevaban pas mai.

Una vez estaban pollinián dentro del aigua toz menos uno. En ixo que sentín que mos roza algo per los peus:

            —Una culebra, una culebra—Gritán.

Salín escopetiaus, con más miedo qu’alma.

            —Si no fan nada las culebras d’aigua—Se mon ríe el que estaba afuera
            —Meteté tu, valiente—Le din.
            —Perque estoy seco y no me quiero muixá, que sino…..—Dice.

Total, que ni él ni nusatros mos van torná a meté y a más, ixa va sé la última vez que van subí a la sierra a bañamos.

La fuente Chardiz sigue manán.
El día que van fe la foto llevaba chelán muchas noches y el chelo teniba más de cuatro dedos de gordo.
Hoy la fuente Rosalía está seca. Ya no mana. Fa muchos años habeba visto secase la fuente Chardiz, pero la de Rosalía seguiba manán. Teniba que vení mucha sequía pa que no brullase. Hoy, solo cuan llueve mucho rebrota un par de meses, pa torná a secase en verano. Algo la teniu que pasá. A lo milló la vena s’ha desviau per otro sitio. A lo milló los petroleros que van está fa años perforán en monte Calasanz la van toca. ¡¡Qui sabe…!!.

            —Paquito—el de Alfaro—cuantas veces van hablá de la fuente…. Como mos entusiasmaban. Tu siempre tan optimista con las cosas que se podeban fe….Yo, metente problemas a tus proyectos….

—Hoy, Paquito, tu t’en has iu y la fuente Rosalía se mos ha apagau….. los dos, pa siempre.


                                                                                  Francho Chardiz

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